miércoles, 7 de marzo de 2012

Carta Número Dos.

– Bueno ¿y que tú no piensas cantarme o qué?
– Ah, ¿Qué no andamos ya?
– No no no, no me has dicho que si quiero ser tu novia, yo a la antigua eh.
– (Sonriendo) Está bien está bien.
(Se queda callado un momento)
– (Viéndola a los ojos) ¿Quieres hacerme el hombre má feliz del mundo, por todo el tiempo que tú quieras?

Algo así me dijiste un día como hoy, como a esta hora hace cinco años, en unas jardineras que están en la Uat, cerca de Agronomía, ahorita lo recuerdo con una sonrisa que se mezcla con lágrimas.
Y no, no te puedo decir que no te extraño, no puedo mentirte diciéndote que ya no me importas, que ya no siento nada por ti.
Aún te extraño, todos los días hay cosas o lugares que me recuerdan a ti, todos los días extraño escuchar tu voz, tu sonrisita que forma un solo hoyuelo en tu mejilla, la forma en que mi cuerpo cabe a la perfección entre tus brazos, tus mensajes de madrugada, llamarte muy temprano para que llegues al trabajo, que me cuentes qué tal estuvo tú día y hasta que me cuentes lo que te preocupa.
Extraño que me digas princesa, y también que me digas señora, que te quejes de que me quejo de todo, y hasta que me molestes. La forma tan dulce en que me besas y cuando me miras a los ojos, nuestras pláticas y nuestros chismes, nuestras risas, y muchísimas cosas más.
Han pasado tantas cosas en este tiempo, y aunque todo se ha complicado y arreglado un poco varias veces, yo aún no puedo soltarte, aún me preocupas, aún pienso en ti, aún necesito saber de ti. Ahora que me toca ver tu vida desde la banca, me da gusto ver cómo va, que estés logrando cosas, haciendo cambios, pero al mismo tiempo siento una profunda tristeza por que me encantaría que pudieras compartirlas conmigo, volver a la cancha y verlas desde cerca. Pero aún así prefiero alegrarme por ti, por tus logros.
Sabes que eres alguien muy importante para mí, una de mis personas favoritas en el mundo.
Deseo con todo mi corazón que algún día, no se cuándo, cómo ni dónde volvamos a intentarlo, fuiste el mejor novio que alguien desearía tener.